Archivo por meses: abril 2009

Lamentación de Viernes Santo

Ya lo tenéis sujeto, verdugos por encargo,
y cosido a la cruz,
el tormento inhumano
con que el Imperio domeñó a Judea.

Ya podéis enviar a degollar
el cordero de la Pascua,
divertir en palacio a los huéspedes latinos
o invitar al prefecto a visitar
Séforis en Galilea,

Te quedan siete años, procurador infame,
tú que lavas las manos en la sangre del justo,
antes de que Vitelio te embarque para Roma
a dar cuenta -¡al menos, una vez!-
de la sangre inocente vertida
por tus tropas en Samaria.

Siete años te quedan todavía,
José Caifás, el Opresor,
o el Sagaz -¡lo que es igual!-, como te llaman,
títere ridículo de los gobernadores,
antes de que el mismo Vitelio te despache
de tu finca sagrada del templo herodiano,
profanado mil veces
por tu hedionda avaricia,
por la inicua explotación
de los pobres de Yahvé.

Y tú, vulpeja astuta,
Herodes Antipas, el tetrarca,
que no llegaste a rey,
asesino de Juan el Bautista,
te has vengado otra vez
del profeta resurrecto,
que era un reproche permanente
de tu vida malvada.
Pocos años te quedan
por gozar de Herodías, la mujer de tu hermano,
antes de ser vencido por tu suegro,
antes de que,
mendigo envidioso en la casa del César,
te nieguen la diadema de tu sobrino Agripa
y en el triste y lejano destierro de la Galia
te encuentre distraido el sicario de Calígula.

Pero ahora, viejas hienas odiosas,
podéis con razón regocijaros.
Por ahora
estáis libres
de sus ojos fascinantes,
de su voz poderosa,
del clamor concitante
del Reino que anunciaba,
sin dracmas ni denarios,
sin armas ni bagajes.

Ya lo tenéis sujeto
y cosido a la cruz.

Ya podéis, a esta hora
-son las tres de la tarde-,
y a vuestra ruin manera,
comenzar a preparar
la fiesta de la Pascua.

Los tres, y sin quererlo,
habéis hecho posible,
con vuestro crimen máximo,
la Pascua más genuina,
la Pascua renovada y perdurable.

Pero eso no borra vuestra culpa maldita
Los tres tendréis escritos vuestros nombres
en la historia más negra de todos los horrores,
del odio, la injusticia y el escarnio,
y servirán de espanto y de desprecio
donde quiera los hombres sobrevivan.

Ahora, pues, vosotros,
ignorantes de todo,
y verdugos distantes
de la víctima del Gólgota,
podéis lavaros por fin
del miedo
vuestras almas.

Cena del Señor (14 de Nisán)

Cena de Jesús,
la última cena:
los últimos gozos,
las últimas penas.

Todo compartido
en la tarde espesa
de sucias traiciones,
de tristes tibiezas.

Todo ya en el trance
de una muerte cierta:
tres hienas voraces
le siguen y cercan.

Por eso es la hora
sagrada y suprema,
de partir el pan
y de darlo en prenda
del Reino que anuncia
la mesa fraterna.

De pasar la copa
del vino que alegra
y rehace el cuerpo
para la cosecha.

Memorial perenne,
regalo y presencia,
testigo y proyecto,
anuncio y promesa.

Cuerpo roto en sangre,
sangre vocinglera,
que pide justicia,
que clama inocencia.

         
           *


Cena de Jesús,
la última cena.
Hasta que en el Reino
llegue la primera.

La muerte del Mesías

La muerte del Mesías: Desde Getsemaní hsta el Sepulcro. Comentarios a los relatos de la pasión de los cuatro Evangelios, dos volúmenes de 1850 páginas, del norteamericano Raymond E. Brown (+ 1988), llamado el decano de los especialistas del Nuevo Testamento, que lo fue todo en el campo de la exégesis bíblica, es el libro que está siendo mi lectura preferida en esta Semana Santa. Su larga introducción pedagógico-bíbllca; su bibliografía general y sectorial; sus traducciones y extensos comentarios a cada versículo o grupo de versículos; sus análisis generales de cada sector; sus nueve apéndices de temas esenciales; sus índices varios finales… hacen de la obra una realización única, rebosante de información, doctrina, sabiduría, sugerencias, hipótesis, sorpresas y gratificaciones. Dios le haya agradecido tanto bien.

San Helder Câmara

Hace unas semanas comenzaron en Brasil las conmemoraciones del centenario del nacimiento de este hombre admirable, cristiano ejemplar y evangelizador famoso de la Iglesia pobre y servidora, que nos dejó su vida entera, y en medio de ella, 23 libros y 7.500 meditaciones sobre Dios, Jesús y los más altos valores a los que consagró esa vida. Todos le están celebrando: la Conferencia de Obispos del Brasil, el Consejo Episcopal Latino-Americano, Caritas Brasil, el Banco de la Providencia, la Operación Esperanza, etc., etc., instituciones todas fundadas o inspiradas por él. Pero también la Cámara de Diputados le consagró una sesión solemne, la Universidad Católica de Pernambuco, el Gobierno del Estado y el Gobierno Municipal de Recife… Y hasta Correos y Telégrafos de Brasil le ha dedicado un sello postal, que representa soltando una paloma blanca al obispo que vivió 21 años en una pobre habitación junto a la sacristía de la iglesia de las Fronteras. Aquél que dijo: Si doy comida a un pobre me llaman santo, pero si pregunto por qué es pobre, me llaman comunista. Son las conmemoraciones propias y dignas de un santo, canonizado por su pueblo, como se hacía en la antigua Iglesia. Uno de esos santos que no necesitan procesos de canonización ni curar a nadie para seguir siendo santos y aparecer como tales para el bien y servicio de todos.

Levanto un ramo

Tuve ayer la suerte de participar en la procesión de puerta a puerta en una preciosa catedral gótica de una archidiócesis muy palmera de España. Como es natural, compré yo también una palma, aunque pequeñita, y un ramo de olivo para alabrar a aquel Jesús que entró, de aquella manera, en Jerusalén. Repartía el arzobispo, empingorotado a la babilónica, bendiciones que no se las pedía nadie y a nadie parecían importarle. Recordando mi anterior poema, me saltaron sin querer estos versillos:

Levanto un ramo
para un rey que por trono
elige un asno.

Busco una palma
para un rey no de cuerpos
sino de almas.

Canto de júbilo,
que este rey no es de espadas
ni es el de triunfo.

Domingo de Ramos

No fue una entrada triunfal.
Triunfalmente
siempre entraron
prefectos y generales
romanos
y los sátrapas
herodianos.

Montado entró en un pollino.
Ni siquiera en un caballo
y menos
en un carro engalanado.
Así entraban
prefectos y generales
romanos
y los sátrapas
herodianos.

Tal vez, algunos curiosos
y quienes le acompañaron
a la Pascua.
Que masas
sólo hubo de paisanos,
serviles
o bien pagados,
cuando tenían que entrar
prefectos y generales
romanos
y los sátrapas
herodianos.

Algunos vivas y hosannas,
algunas ramas y ramos,
porque palmas,
gritos, júbilos y aplausos,
sólo había
cuando
pasaban fastuosos
prefectos y generales
romanos
y los sátrapas
herodianos.

¿Fue una broma bien montada?
¿Una lección con sarcasmo?
No fue la entrada triunfal
de un galileo exaltado.
El Rabí de Nazaret
no era
un general o un prefecto
romano,
y tampoco
un rey o sátrapa
herodiano.

Dilemas del alma humana

Todo buen pintor, y no sólo Francis Bacon, intenta desbloquear los pensamientos, voliciones y sentimientos de las personas que pinta. Todo cuerpo hace así de vehículo para desnudar los dilemas del alma humana, al decir de su crítico M. Peppiart. De ahí el empeño del artista angloirlandés por conocer y estudiar de cerca los grandes artistas del retrato: Valézquez, Goya, etc.

Liberales

¿Por qué tendrán algunos que se llaman liberales tanta necesidad de llamarse así a todas las horas y hasta de pavonearse tanto de ser una heroica minoría? ¿Si será por aquello que nos advierte la máxima popular: Dime de qué presumes / y te diré de qué careces?

Aniversarios

Muchos de los que organizan celebraciones en aniversarios, centenarios, etc., en honor de algún personaje o acontecimiento relevante, lo que pretenden en primer lugar es honrarse a sí mismos como organizadores de la celebración.


¿Lúcidos o agoreros?

Sean lo que sean -esperemos que lo segundo-, ya hay algunos comentaristas que prevén por qué fracasará el pacto PSE-PP: a) porque, si fuera un éxito, se desmontaría la tesis del mutuo antagonismo; b) porque, en ese caso, los partidos nacionalistas [yo diría mucho más apropiadamente: nacionalistas, soberanistas e independentistas] no serían indispensables para gobernar su enemiga, su odiosa España, a lo que no están dispuestos (dispuestos a tolerar un verdadero bilingüismo, un freno a las interminables competencias, etc), y c) eso significaría superar las dos Españas.- Parece una broma política y hasta un sarcasmo. Pero la política española se ha degradado tanto, que la hipótesis a pocos les parecerá inverosímil. De ahí que nuestra esperanza activa sea, si no contra toda, sí contra mucha desesperanza.