Archivo por meses: febrero 2008

Arte en la calle

Las veo en Bilbao, en la parte peatonal de la calle Ercilla, junto al busto del autor bilbaíno de La Araucana, labrado por el tudelano Loperena. Son 17 esculturas, obra del excelente escultor valenciano, Manolo Valdés, que recorrerán varias grandes ciudades españolas. Las Meninas, La Dama (de Elche), Odalisca (prodigioso juego de curvas) y varios bustos enhiestos de mujer (Irene I, Irene II…), con sus esperpénticos cabellos y atavíos capilares (¿o son ideas del cerebro?), todas ellas en bronce, junto con los tres Colosos, forjados en hierro, ocupan, diseminadas, un trozo de la calle, nos salen al encuentro, sorprenden al viandante -yo tuve que volverme dos veces para para ver lo que no había visto-, se encaran con él, le provocan, le incitan, le invitan, le tientan, le gustan, le disgustan, le emocionan o le dejan indiferente. Arte en la calle intenta no sólo aproximar el arte a la vida, sino mucho más: hacer vivir la obra artística en medio de la vida en la que nacieron y para la que nacieron, situarla en el tráfago diario haciéndola personaje comunal y habitual, fuera de la admiración ilustrada o del estudio académico de las salas de exposiciones y de los museos. Una iniciativa elogiable y muy bien acogida, que enriquece a la ciudad y acerca el arte a los ciudadanos, dándole carta de ciudadanía como a ellos mismos. Ojalá nos encontremos con más sorpresas todavía.

Viernes de Cuaresma ( I )

    (Sobre Is 53, 11b-12; Is 55, 3; Jr 3, 12b.14a)

Ya no es sólo el Siervo de Dios quien justifica.
Es el Hijo predilecto del Padre omniamoroso.

No necesita Dios víctima alguna.
Ni busca la revancha; ni siquiera
la más piadosa expiación.
Él es leal. A nadie que le busque
le pone mala cara.
Con nadie es rencoroso eternamente.

Pero el Hijo cargó en su vida inmaculada
con todos los crímenes del mundo,
con todos los despojos de la pobre multitud.
Escrito está en la historia universal:
que muchas veces pagan
justos por pecadores. Entre éstos
el Justo fue contado,
vilmente perseguido
y expuesto hasta la muerte ignominiosa.

Él nos dijo la última Palabra
para andar el camino de la vida.
Con su sangre inocente nos libró
de la carga de la sangre y de la muerte.
Dios selló con nosotros, sus hemanos de carne,
la alianza del amor y la presencia,
prometida a su Pueblo
desde siempre y por los siglos.

Tres “nivolas” de Unamuno


Acabo de releer tres importantes novelas, o, mejor, nivolas, un día muy populares, de don Miguel de Unamuno, Niebla, Abel Sánchez y La tía Tula. Tres intensos dramas familiares de amor, pasiones, celos, odios, envidias, maternidad y paternidad, remordimientos y arrepentimientos, sostenidos casi siempre en diálogos vivos, densos, duros, en torno a los eternos temas agónicos unamunescos, sin apenas distracción descriptiva exterior ni concesión alguna a otra cosa que no sea el núcleo dramático.”Relatos dramáticos acezantes –dice de ellas don Miguel en otra ocasión-, de realidades íntimas, entrañadas, sin bambalinas ni realismo en que suele faltar la verdadera, la eterna realidad, la realidad de la personalidad“.  Las tres obras son una disección implacable del alma del ser humano, con sus virtudes y miserias, especialmente de la más generosa alma femenina en la tercera de ellas. Y en las tres se intenta esclarecer el enigma de la identidad humana, de su identidad cambiante y plural –el otro, la otra-, incluso en el diálogo genial entre el autor de la novela (MdU) y el protagonista de Niebla, que hubiera preferido suicidarse tras su fracaso amoroso a dejarse matar por aquél.- Lectura apasionante, exigente, abierta a las mil reflexiones sobre temas perennes, expuestos en circunstancias sociológicas muy diversas de las nuestras, pero con actitudes y actuaciones más cercanas de lo que podría parecer. Y en los tres dramas amorosos, existenciales y humanísimos, el mejor Unamuno, tan necesario hoy.

Con las 40 últimas

Como en años anteriores, la Familia Marianista nos ofrece una manera activa y eficiente de vivir la Cuaresma (www.40ultimos.marianistas.org). Los 40 días con los 40 países últimos de nuestro mundo. Y, este año especialmente, con las cuarenta últimas masas de mujeres, que son las que más sufren todos los males del subdesarrollo. El marianista José Eizaguirre coordina la campaña que nos acerca a la terrible y triste realidad de los países más míseros del mundo, desde Níger hasta el Irak, según el informe anual del PNUD (Programa de las Naciones Unidd para el Desarrollo), y nos aporta mapas, fotos, datos estadísticos, historias, textos significativos, de muy variada fuente, añadiendo cada día un gesto personal, una breve oración, y la posibilidad, brindada por Internet, de ampliar la información concreta, junto a un foro de intercambio de opiniones y experiencias. Cada día de los cuarenta lleva un tema específico en torno a la mujer, según la actualidad de cada país, dentro de una división mayor sobre infancia, matrimonio, violencia sexual salud, educación, trabajo, cultura, política… .- Todo, como se ve, más allá de la pura reflexión, de la mera información, o de la devoción piadosa, que también van incluidas en la campaña.

En los carnavales…

En los carnavales de nuestros días se ve mucha más carne que en los de antes.

-Ningún rey constitucional puede llamarse soberano.

Hombre de palabra. Los hay que tienen tantas, que no llegamos a saber cuál de ellas es la que quieren mantener.

-¿Quién no ha sido alguna vez más amigo de Platón que de la verdad?

-Nosotros somos diferentes. Los demás también.

-Ni siquiera sobre las ideas generales se puede tener sólo una idea general.

Hablar por hablar. Pues, sí, porque es lo que más nos gusta, lo que más necesitamos. Hablar por no callar, sí señor. Porque es la expresión primera y la mejor prueba de la vida. Hablar.

¿Cómo será la dentera de los que no tienen dientes?

Letra del himno nacional

El hecho de que DN me publique hoy el artículo El himno nacional me obliga por vez primera a hacer una segunda entrada en el cuaderno de bitácora de un mismo día. Y es que, tras hablar de la utilidad de una letra, hablo de la dificultad de la misma, y más en este caso, con la música ya impuesta, y queriendo representar y complacer a 43 millones de personas. Sugiero que sea la Real Academia de la Lengua Española la que, previo concurso o no, acierte de una vez. A la vez que confieso  que yo también escribí una letrilla para el concurso. Una letra breve, austera, de canción para todos, con los valores más elementales y universales que a todos nos unen. Hela, pues, aquí:

Canta, España.
Cantemos todos juntos
la común canción
de vida y libertad.

Todos juntos,
distintos pero unidos,
con igual pasión
cantemos a la paz.

Somos Europa
y somos también
un viejo y nuevo pueblo
de la Humanidad.

        (bis)

La Junta Islámica y el voto próximo

Leo en el periódico digital Webislam que, en conversación con ABC, Mansur Escudero, presidente de la Junta Islámica, fundada en España en 1989, ha reclamado a los ciudadanos (supongo que españoles) que “voten a partidos progresistas porque defienden mejor un Estado auténticamente laico“. Es decir, digo yo, un tipo de Estado, que en todos los países con mayoría musulmana en el mundo, y con la semi-excepción de Turquía, los musulmanes aborrecen. Pero aquí, al ser la mayoría católica, deben de pensar que la laicidad (¿o el laicismo?) favorece al Islam y a la “defensa de la igualdad entre las confesiones religiosas“, igualdad que no se reclama ni se exige, al menos en esta página, para las Repúblicas o Monarquías Islámicas, en las que los cristianos, si es que no son perseguidos o excluidos, no pueden levantar una sola capilla. Sin aguardar a la próxima nota electoral que anuncia Escudero, podemos saber ya lo que la Junta Islámica va a decir, sabiendo lo que dijo, hace tan sólo un año, el portavoz de la Junta Islámica, Yusuf Fernández en ese mismo periódico digital, donde pidió directa y tajantemente a los musulmanes en España que votasen al PSOE, IU, Coalición por Melilla y la UDCE, y que no votaran al PP, por la política nacional e internacional de éste último, pero sobre todo  y muy principalmente porque durante los ocho años del gobierno de Aznar sufrieron los musulmanes “un ostracismo total“, y nuevas victorias de partido tan poco progresista “supondrían retrocesos graves  en los derechos de los musulmanes en España”. Uno de los colaboradores habituales, más leidos, de ABC se pregunta intrigado, visto lo visto estos días: “¿Tienen más derechos los musulmanes que los católicos a orientar a sus creyentes? ¿Por qué sotanas no y chilabas? ¿Qué clase de doble rasero es éste? ¿Qué laicismo es el que recorta los derechos de unos frente a los de otros?“.- Vamos a ver si el PP publica una nota enérgica y contundente en respuesta a la de la Junta Islámica, si se queja ante las altas autoridades islámicas de Arabia o de Egipto por los ataques de los musulmanes españoles, si les responden ácidamente cada día en sus próximos mítines, o si les amenazan con serias represalias políticas, en caso de volver al Gobierno, por esa posición netamente partidista, electoralista y crítica.

La “etiqueta democrática”

Lo denuncia la organización Human Rigths Watch (Centinela de los Derechos Huamnos), la activa ONG, en su denso informe anual de 2007, pero es cosa bien sabida y padecida en todo el mundo: las democracias tradicionales, incluida la Unión Europea y los Estados Unidos de América, socavan el avance de los derechos humanos en el mundo al aceptar, por conveniencias políticas, como democráticos a gobiernos autoritarios, dictatoriales y hasta sanguinarios en ocasiones. Con frecuencia para aquellos Estados de democracia consolidada les es suficiente la mera celebración de elecciones para calificar de democrático, a efectos prácticos, un país cualquiera. Pero elecciones, sin más, suelen celebrar casi todos. Algunos Estados que las celebraron recientemente impidieron la presencia de candidatos opositores: Cuba, Egipto, Irán, Bielorrusia, Palestina, Libia, Turkmenistán o Uganda. En otros, con frágiles y hasta simbólicas oposiciones, el fraude institucionalizado fue norma general: Kenia, Chad, Jordania. Kazajistán, Nigeria, Uzbekistán, Azerbaián, Bahrein, Malasia, Tailandia o Zimbabue. Algunos de ellos se llaman demócratas a todas horas y de todas las maneras posibles. No sólo Rusia o Pakistán, citados expresamente en el informe. En el último congreso del partido comunista chino, el presidente de la República del inmenso país, Hu Jintao, invocó  la palabra democracia 60 veces en su  discurso inaugural. Y es que los intereses de las democracias occidentales en los campos de la energía, del comercio, del antiterrorismo, etc. suelen prevalecer por encima de los derechos pisoteados de las poblaciones indefensas y por encima de los deberes de los dictadores amigos y benefactores. Y así, las grandes reservas de petróleo y gas que se encuentran en Kazajistán, por las que compiten la Unión Europea y Rusia, han sido la causa de que aquél Estado, una verdadera dictadura, se haya ganado para el año 2010 la presidencia nada menos que de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa). Las elecciones, y menos las tramposas, no bastan. La prensa libre, los derechos fundamentales de asociación y reunión, y sobre todo una sociedad civil, capaz de poder enfrentarse al poder, son imprescindibles para merecer la etiqueta democrática, que ahora, y con la interesada licencia de casi todos, luce sobre sus solapas cualquier Estado dictatorial que pueda interesar a los intereseses de  los Estados democráticos occidentales.

La Iglesia fuera de los templos

El País continúa, impertérrito y crecido, su campaña de invierno frente a la Iglesia y no pocas veces contra la Iglesia. Ayer, bajo el titulo Los obispos y el voto, comenzaba con esta perla, que pasará a la densa y monótona historia del anticlericalismo (anticlesialismo) hispano:”No se trata de negar a los obispos su derecho a introducir sus mensajes pastorales en la vida política, sino de recordarles que, a diferencia del resto de los ciudadanos, ellos disponen de un espacio exclusivo y reservado para hacerlo: los templos. Si se deciden a abandonarlos, como sucede cada vez que emiten una nota semejante a la de ayer, deben atenerse a las reglas pactadas entre ciudadanos y recogidas en la Constitución y las leyes. Tal vez el diario de Polanco-Cebriain ha pensado que avanzaba en generosidad histórica, al pasar de las sacristías, de los tiempos de Nákens, a los templos, de hoy, para recluir en ellos a los obispos y a la Iglesia en general. Pero sin advertir que a la actitud anticlerical clásica añade ahora una actitud tradicional pietista y hasta reaccionaria, al suponer que lo que los obispos dicen en los templos no debe atenerse a las reglas pactadas, y a la crítica tanto de los fieles como de los que no lo son. Como si los templos fueran la estratosfera o el limbo. Dicho lo cual, me gustaría que esa mala costumbre, copiada tal vez de la Conferencia de los obispos italianos, acostumbrados durante muchos años a pedir el voto, más o menos hábilmente, para aquella DC (Democrazía Cristiana), no continuara un año más en España. Los obispos tienen todos los días del año, dentro de los templos o fuera d ellos, si El  País y sus políticos afines se lo permiten, para decir todo lo que deban decir de este punto o del otro. Pero no es menester que vuelvan a darnos, cada cierto tiempo, consejos preelectorales. Sobre todo, si, como esta vez, cometen la torpeza de denunciar, sin citar a nadie pero exponiéndose a que todo el mundo pueda señalar con el dedo al Gobierno español,  que una organización terrorista sea “representante político de ningún sector de población” o “interlocutor político” de nadie, lo que nadie en la vida política española ha pretendido, pese al disparate de la negociación con ETA. Torpeza mayor si cabe, cuando todo un obispo de San Sebastián hizo de interlocutor, hace unos años, entre ETA y el Gobierno español, aunque sólo fuera para un inicio de contactos, y cuando, sobre todo, el mismo obispo, su antecesor en la sede, y otros obispos vascos y catalanes, nunca se han opuesto, bien al contrario, al diálogo (no sé si político o no) con la banda de asesinos o con los que ayudan, protejen y aplauden a los asesinos, y son carne de su carne y crimen de sus crímenes. ¿Con qué fuerza, Dios mío, pueden reprochar, aunque sea de lejos, a nadie lo que no pocos obispos dentro de la Conferencia ven con tan buenos ojos y con palabras tan melífluas? ¿Y del nacionalismo exaltado y hasta secesionista, al que también se refiere la Conferencia Episcopal, para qué hacer resaltar las dolorosas contradicciones?.- Con cosas así, muchos anticlericales españoles y hasta quienes no lo son van a pensar que lo que acaba de hacer nada menos que el primado anglicano de Canterbury, denunciar al Gobierno de Su Majestad -que directamente le nombró arzobispo-, por alentar indirectamente el alcoholismo en el país, no lo puedan hacer aqui los obispos españoles. Cito esto, como puedo citar la crítica del aborto, del divorcio exprés, la política  de inmigración o la carestía de la vivienda. ¡Y no sólo en los templos, como quisieran los que, por lo visto, nos permiten ya a los católicos salir de las sacristías!

Alianza de Civilizaciones

No hay día en que no aparezca tan sonoro sintagma, para exaltarlo unos, para befarlo otros. Cuando lo oí por primera vez como lema político-cultural, no le hice ascos, ni mucho menos, pero dudé de que se entendiera bien el significado de civilizaciones, un término muy peliagudo. Me puse a mirar en la red de redes interminable y cuál fue mi sorpresa, y mi vergüenza de ignorante, al ver que desde comienzos de siglo el tema-lema Diálogo de Civilizaciones, propuesto por el ex presidente de la República Islámica de Irán, había rodado durante años por todo el mundo, auspiciado, apoyado, propagado y financiado por la ONU, la UNESCO y otras altísimas instituciones internacionales, en forma de congresos, convenciones, semanas, seminarios, encuentros, etc. Y no digo que en los centenares de páginas que me entraron por los ojos no encontré cosas de fuste y reflexiones de enjundia, pero en medio, como me temía, de una gran confusión incluso terminológica, donde civilización es unas veces cultura, o casi siempre, otras religión, otras usos y costumbres, lenguas, y así. Por otra parte, de realizaciones o, al menos. proyectos en marcha, como fruto de todo el movimiento anterior, no recuerdo nada, la verdad. Así que vi meridianamente claro que la Alianza continúa al Diálogo, en circunstancias internacionales todavía peores, como es patente, y con mucha menos confianza, y no digamos entusiasmo, vista la reciente y pobre presentación de la iniciativa en Madrid. Pero, si algo bueno nos trae en el futuro y supera el fracaso de los años anteriores, no me dolerán prendas en reconocerlo y en elogiarlo. Después de todo, eso de Civilizaciones es una realidad muy grande y compleja, y lo de Alianza no digamos.