Una civilización muy distinta

Entre los muchos comentarios internacionales a la detención de la cúpula de ETA en Francia por la policía francesa y la guardia civil española, me quedo hoy con el comentario de un lector anónimo enviado a la edición digital de Le Monde. En él, en vez de elogiar cumplidamente la acción polìtico-policial, el autor quiere convencernos de que desde la prehistoria en el País Vasco hubo una civilización muy distinta de la francesa y de la española; civilización que reparte en los distintos sectores de la vida. Y aún añade al disparate el que, al haber en el País Vasco buenos bancos, gas y un poco de petróleo, ni españoles ni franceses quieren dejarlo escapar. Lo que nos muestra una vez más que una de las raíces más hondas del terrorismo político organizado es no sólo la ignorancia, sino algo anterior a ella: la manipulación de la historia y de la realidad presente de cualquier país, del País vasco en este caso. Pero esto a casi nadie le importa un ardite.- Y otro comentario desde el interior. El bendito obispo de Vitoria se pregunta, retórico o profético, quién sabe, en la homilía de la misa funeral por el guardia civil asesinado en Legutiano: “¿Para qué ha servido este acto criminal?” Ah, pero ¿tenía que serviri para algo? Y si hubiera servido para algo, ¿no hubiera sido tan criminal acaso? Pues, sí, ha servido para lo mismo que han servido los demás crímenes de ETA. Para lo mismo que ha servido y sirve la banda terrorista. Y, si no lo sabe, es que el obispo de Vitoria está fuera de este mundo.