Un 25 de octubre

El 25 de octubre de 1839, tras el Pacto de Vergara y la terminación de la primera guerra carlista, se promulgaba la famosa ley, cuyo artículo primero confirmaba los Fueros de las Provincias Vascongadas y de Navarra, “sin perjuicio de la unidad constitucional de la Monarquía”. Como respuesta a esa ley, siempre maldecida por todo el nacionalismo-independentismo vasco y también, con algunas excepciones, por el carlismo, el 25 de octubre de 1979 se promulgaba el Estatuto de Guernica, después de que la Constitución de 1978 derogara, respecto a Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, lo que quedara vigente de la ley de 1839. Alguien, muy conocedor de la historia y de la simbología política, debió de elegir de nuevo la fecha del 25 de octubre de 2006 para debatir y votar una declaración en Parlamento Europeo en Estrasburgo, que, mediante un lenguaje sibilino, da por bueno el proceso de paz del presidente del Gobierno español. Como que dos miembros de la Mesa de Batasuna, en una rueda de prensa dada hoy en Estraburgo, consideraban el pleno de mañana “un paso en la resolución del conflicto“. Por algo lo lo dirán. Sólo que, en el colmo de la confusión y del dislate en los que estamos, ETA robaba hoy mismo en Francia más de 350 pistolas y revólveres, en vísperas del debate en el Palamento Europeo, saltándose, además, el acuerdo con el Gobierno español de no “realizar acciones de abastecimiento de armas y explosivos” tras la declaración de alto el fuego, del 22 de marzo pasado. Y dos notas mucho más positivas también en el día de hoy: el Tribunal Supremo procesaba a 37 dirigentes de Batasuna, después de haber ordenado ayer a la guardia civil registrar e inventariar 15 Herriko Taberna (Bares del Pueblo). Por su parte, el secretario de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, en el espíritu de la Declaración de la CEE, de noviembre de 2002, resumía la doctrina de los obispos diciendo que “la negociación política con ETA es inmoral“, distinguiéndola naturalmente de contactos o diálogos para que dejen de matar. Toda una víspera para un día como el de mañana.