Tras escuchar, en el Ciclo de Grandes Intérpretes en el Teatro Gayarre, al Quinteto de la Filarmónica de Berlin un programa con Mozart, Lanner, Weber, Tartini, Tchaikovski y Sarasate.
¿Por qué la Música nos gusta tanto,
hasta hacernos enmudecer del todo
y volver al silencio primigenio?
Porque es la lengua
de la primera creación.
La del viento y el mar.
La de los pájaros
y las estrellas remotas.
La lengua de los dioses olímpicos.
La lengua de los ángeles de Dios.