Pedro Cavadas

Pedro Cavadas, el doctor milagro, que hizo el primer trasplante de cara en España (hospital de la Fe, en Valencia) y el octavo en todo el mundo. y quien  logró el primer trasplante mundial de mandíbula y lengua, así como reimplantar el brazo amputado a un varón de 63 años tras mantenerlo nueve días unido a las arterias de una de sus piernas, es un hombre extraodinario también por muchas otras cosas. Tras la muerte de uno de sus hermanos en un accidente de tráfico y de un viaje a Kenia, vendió, junto cocn su familia, sus coches de lujo, de coleccionista, y se metió de lleno en un proyecto de ayuda a África. De ahí nació la Fundación Pedro Cavadas, nutrida por los trabajos médicos del doctor y por los de sus dos hijos arquitectos. No sólo opera a niños en Kenia, sino que a varios de ellos los trae aquí y los tiene en su propia casa para seguir su recuperación: hasta 10 ha llegado a tener, con algunos  de sus familiares. Cavadas ha reconocido que la vanidad profesional es un motor muy peligroso: como la fisión nuclear que, bien controlada, genera electricidad, pero, si fallan los mecanismos de control, es una catástrofe.  En las zonas duras del planeta –ha dicho en otra ocasión-, la gente no está de malhumor todo el día; al revés, lo pasan mal, pero los ratos en que no lo pasan están alegres. En Occidente tenemos casi todo, o eso nos hacen creer, y estamos de mala leche todo el tiempo. Y en cuanto a la cirugía de las sociedades saciadas, nos enseña que cuando se tiene más comida de la que se puede comer, más música de la que se puede oír, más placer del que que se puede gozar, entonces comienzan a preocuparnos la puntita de la nariz o los michelines. Cuando la gente tiene vidas duras, no se preocupa de todo eso accidental: y no es tan infeliz; al revés.- Enhorabuena y gracias, doctor Cavadas.