Otro señorito anticlerical

El crítico de cine de EP, en una entrevista que le hacían en su periódico el jueves pasado, comenzaba diciendo, hablando de viajes, y sin que viniera a cuento, que junto a los curas, lo que más grima le da en este mundo son los contratiempos de Iberia. El periódico, como es en él habitual, titula así la entrevista: “Me dan grima los curas y los contratiempos de Iberia“. Grima: disgusto, desazón, dentera. Para luego hablarnos de su vida fastuosa con hoteles cojonudos, los mejores restaurantes de las ciudades, los cruceros de lujo, una cena en Florencia de 2.000 euros, y otros progresismos, tan campante. Al  poco tiempo respondía a uno de sus comunicantes  y le decía que no ve  incompatible llevar una vida de maharajá con aparecer como un izquierdista al uso. He aquí, en toda su crudeza, un típico señorito  que se cree progresista y hasta izquierdista, en esta nueva España cañí de la perversión lingüística y moral. Y luego querrá que le tomemos en serio lo que piensa y escribe. Más que los contratiempos de Iberia y  los curas, lo que a este señorito le dan de verdad grima, sobre todo en medio de la crisis, son seguramente los pobres, los que no van a sus hoteles, a sus restaurantes, a sus cruceros y a sus cenas de 2.000 euros. Pero decir los curas queda mejor, es una especie de compensación moderna,  y hasta algunos le perdonarán así mejor sus sibaritismos.