Las petromonarquías y el Islam en Europa

Como en la célebre novela, Sumisión, del escritor francés Michel Houellebecq sobre el avance de los musuimanes en Francia, los regímenes suníes del Golfo Pérsico, tales como Arabia Saudita y Qatar, siguen financiando mezquitas y escuelas coránicas no solo en los Balcanes, sino en el corazon de la Unión Europea para hacer proselitismo de una versión fundamentalista de la religión musulmana:  wahabismo saudí o salafismo radical. Algunas reacciones ya han comenzado, a hacerse conocer, aunque sea quizás demasiado tarde. Austria fue la primera nación en prohibir por ley la ayuda económica exterior a los grupos musulmanes, decisión que enfureció a Turquía, otro país proselitista, que planea una mezquita en Bulgaria, ha donado 30 millones de euros para la mezquita de Tirana y ha propuesto la construcción de otra en Atenas para los 200.000 musulmanes refugiados que viven  allí. Alemania ha rechazado hace bien poco la interesada oferta del rey saudí para construir 200 mezquitas para los refugiados sirios.- Pero en la Unión Europea no existe un criterio uniforme sobre problema tan acuciante, sobre el dilema de la tolerancia religiosa o la defensa de la identidad propia. Estamos aquí ante una cuestión mucho más grave que la deuda soberana o que el déficit. La cuestioón del to be or no to be.