Como en otros muchos momentos de la historia, la moral de muchas personas, incluidos nosotros mismos, es sólo la moral del ambiente en que viven. No es que sean -seamos- menos morales, o inmorales; es que ante todo se encuentran -nos encontramos- a gusto en un ambiente que los -nos- sostiene y protege. Como pez en el agua. Como ave en el aire. Como ser humano en la circunstancia colectiva.