Oí ayer en la CNN-Plus a Jesús Eguiguren, entrevistado por Gabilondo, aseverar triunfalmente que el pulso de la Izquierda Abertzale (patriótica) -¡donosa manera de calificar al brazo político de ETA!-, mantenido con la banda terrorista, lo ganará la primera dentro de esta misma legislatura. Para el interlocutor de ETA en las últimas y públicas negociaciones, la ruptura de las mismas por la banda terrorista causó desazón en Batasuna y el pulso comenzó ya entonces.- Como ya en aquel tiempo leimos en EC, de Bilbao, otras parecidas y triunfales predicciones de Eguiguren, que nunca se cumplieron, tenemos todo el derecho intelectual del mundo para dudar igualmente de éstas. ¿Es todo un sueño, es decir, una nostalgia del político socialista vasco por su papelón anterior? Por otra parte, sorprende lo seguro que parece estar el presidente del PSE-PSOE-EE acerca de las intenciones de Batasuna-ETA. Y tal vez esto o algo parecido haya dado pie para que se le acuse de mantener contactos con ese mundo de cara a una nueva negociación. No quedó, con todo, claro en la entrevista cuál es la clave de la posible separación entre Batasuna-ETA y ETA sin más. ¿Una simple condena del terrorismo? ¿Una expresa voluntad de separacion? ¿Una separación efectiva? Ante la cercanía de las elecciones municipales, y dada la voluntad política de la independentista EA de servir de soporte legal para la presencia de Batasuna-ETA en las urnas, toda noticia sobre esa oscura y polémica realidad es de sumo interés. Poco tiempo ya nos queda para verlo.
