Dos mujeres: dos mundos

En la entrevista que hacía ayer EP a las dos mujeres presidentes de las Repúblicas de Finlandia y de Liberia, presentes en el congreso de Valencia, no he encontrado sino las respuestas previstas y previsibles. Sólo me llama la atención la denuncia hecha por la africana de las violaciones sexuales, que aún son un grave problema. Mayor impresión me hacen las cifras aportadas sobre la desigualdad entre los dos países. Pequeños en cuanto a número de habitantes, el PIB per capita del país europeo monta 34.769 euros y el del africano 220. La esperanza de vida en Finlandia  es de 80 años y en Liberia de 45. La alfabetización de los menores de 15 años es total en el país de la UE, mientras en la antigua colonia liberada andaba en 2005 en el 52%… ¿Qué quieren decir, pues, las dos señoras presidentes, cuando dicen las mismas o casi las mismas cosas? Lo que sí quiere decir esta tremenda realidad, que implica y complica todas las demás realidades menores, es que durante muchos años -todos los que nos quedan, por lo menos, a mi generación- será la  que definirá en primer lugar a la mayoría de los países de África y del resto del llamado Tercer Mundo; la prueba de fuego de la política de los países desarrollados, y, por supuesto, la de todos los hombres -mujeres y varones- que trabajen en favor de la humanidad.