Amigo-enemigo

La política española, en muchos momentos, no puede ser ya comentada sino en términos schmittianos (Carl Schmitt). Ya no se trata de la relación amigo-oposición, sino de la de amigo-enemigo. Una relación amigo-opositor es una relación gobierno-oposición, en la cual la oposición de hoy puede convertirse en el gobierno de mañana. Los polos son invertibles y el resultado electoral es el medio adecuado, pacífico y consensuado, para ello. Pero la relacion amigo-enemigo no es definible como relación gobierno-enemigo, sino exclusivamente como relación de orden político u orden social-enemigo. Enemigo en este sentido es  todo aquel que se opone al sistema político o social vigente. Y en esa relación se excluye y se prohíbe a priori que el enemigo pueda convertirse  en gobernante con el consiguiente cambio de sistema político o social. El mecanismo electoral ya no sirve para resolver tal situación. Si falta el consenso fundamental (Constitución) en torno al sistema político o social, o político-social, estamos ya fuera del orden democrático constitucional propio de la Unión Europea.