Archivo por meses: mayo 2014

Unamuno y los ateos

             Para Unamuno, los ateos -mejor, los ateístas-,  son los que más quieren creer, los que más lo necesitan, los que, ante el silencio insoportable de Dios, se rebelan contra él, pero nunca dejan de necesitarle: Los vedaderos ateos están locamente enamorados de Dios. El ateo que duda genera fe, porque la fe, según don Miguel, se alimenta de dudas. Para él, sólo el ateo de manual -concluye Navarra Ordoño-, el convencido por la pseudocultura libresca, puede considerarse ajeno a toda realidad espiritual.    

“Agora el papadgo es puesto en riqueza…”

 

             En estos meses en que estamos tan contentos con el papa Francisco y su reforma de la función del pontificado y de la curia romana, casi parece inoportuno aducir algunos de los muchos versos y prosas escritos en España contra lo que solía denominarse como Roma,  y que son buena y expresiva parte de lo que ha sido y sigue siendo el anticlericalismo y antieclesialismo español. Ya nuestro vecino el Canciller Pedro López de Ayala escribía en su Rimado del palacio (entre 1378 y 1403) aquellos versos crueles que comparaban a los primeros papas de la Iglesia con los de su tiempo, tiempo de cismas y de pluralidad de pontífices, que se excomulgaban mutuamente y escandalizaban al Pueblo de Dios:  Agora el papadgo es puesto en riquesa / De le tomar qualquier no toman peresa / Maguer sean viejos, nunca sienten flaquesa / Ca nunca vieron papa que muriese en pobresa.- Cuatro siglos después, Leandro Fernández de Moratín, el autor de de La Mojigata (1804) o de Quema de brujas en Logroño (1811), escribía en su Viaje a Italia (1793-1797) una furiosa  crítica de la corrupción eclesiástica generalizada en la ciudad de los primeros mártires, donde todo es eclesiástico y la  tonsura es la única senda que conduce a la fortuna y el honor. Allí no se salva nadie. Y menos su autoridad suprema, el pontífice romano: El grande objeto de un pontífice es el de enriquecer a sus parientes, ilustrar su casa, y como eso, si se ha de hacer, debe hacerse pronto, no puede verificarse sino por medios injustos, violentos, contrarios al bien común. De aqui nacen las usurpaciones, los monopolios, el aborrecido nepotismo que, produciendo todos los días fortunas rápidas y escandalosas, aumenta la desigualdad funesta, la opresión y la miseria del pueblo, y el insolente orgullo de sus tiranos.- Parece que estamos oyendo hablar de un político español del siglo XX o XXI.  Y no todo tiempo pasado fue mejor.

Un anticlericalismo popular

 

El último libro (2013), sobre el anticlericalismo, del escritor e historiador catalán Andreu Navarra Ordoño es un libro curioso, muy irregular, ligero las más de las veces, perspicaz y certero en ocasiones, casi siempre montado sobre otros libros  más sustanciosos acerca de los temas de sus capítulos. Las breves conclusiones a que llega el autor no se corresponden con la variedad y complejidad de anticlericalismos que el autor recalca una y otra vez, y con razón, a lo largo de la obra. De todos modos, al resumir las causas del anticlericalismo popular, escribe: El que se ha venido a denominar anticlericalismo popular reproduce en sus actitudes la actitud tradicional de la Iglesia española, defensora del fuego y el anatema desenfrenado, profundamente violenta en sus manifestaciones rituales e ideológicas, y se fue originando a través de la Edad Media como un desquite insatisfecho que afloró de forma turbulenta durante los siglos XIX y XX, porque no ha había podido hacerlo antes, durante la Edad Moderna, debido a la Inquisición. Otra cosa ocurrió en Holanda, Alemania e Inglaterra, donde esa furia se desató a partir de la Reforma protestante, con un alto grado de iconoclastia y antirritualismo. Podríamos añadir otros varios Países. El protestantismo español tiuvo que desarrollarse, en cambio, fuera de nuestras fronteras, y ya en el siglo XIX presentó el aspecto de una reforma más o menos encubierta en las iniciativas culturales de hombres como Leopoldo Alas, Giner de los Ríos o Miguel de Unamuno.- Después de publicar un libro introductorio sobre el anticlericalismo-antieclesialismo en los dos últimos siglos, voy publicando en la revista Lumen, y a guisa también de introducción, una serie, que va para largo, de trabajos sobre el anticlericalosmo-antieclesialismo desde el siglo I de nuestra era hasta el tiempo de Carlos III, para buscar algunos de los orígenes de esa trágica explosión en los siglos XIX y XX. Y tengo que coincidir, hasta ahora al menos, y en buena parte, con el juicio severo de Navarra Ordoño, teniendo sobre todo en cuenta la actitud-actuación de la Iglesia, desde que fue poder, con los paganos, herejes, cismáticos, judíos, musulmanes, moriscos…, siguiendo actitudes y actuaciones anteriores del Imperio Romano de Occidente y Oriente y, posteriormente, coincidiendo con las de los soberanos visigodos, y sufriendo o tolerando las de ciertos visires, emires, califas y guerreros musulmanes durante su dominio en Hispania. Una aleccionadora historia.

Nuestra patria europea

 

         Día de Europa, desconcido todavía por casi todos.- Amós Comenius (Jean Amos Komenski) (Moravia,1592 – Holanda,1670) contribuyó más que nadie, con su Gran Didáctica y numerosos tratados especiales, a crear la ciencia de la educación en Europa. Filósofo y teólogo -obispo de la Unidad de los hermanos moravos-,  su Panegersia, o Despertador universal, publicada en 1666, fue la introducción a una gran obra pansófica que no llegó a terminar: De rerum humanarum emendatione consultatio catholica ad genus humanum, ante alios vero ad Eruditos, Religiosos, Potentes Europae. Un proyecto gigantesco de reforma por medio de una federación mundial, educativa, cultural, política y religiosa. El mundo era para él la cristiandad de su tiempo, es decir, Europa. En su Praefatio ad Europeos, habla -uno de los primeros- de “nuestra patria europea” : A fin de que dejemos de disimular nuestros proyectos y esfuerzos de trabajo cada uno para sí, voy a pagar con mi ejemplo: porque mi suprema finalidad es anunciar a Cristo a todos los pueblos. Esta Luz puede ser aportada a los otros pueblos en nombre de nuestra patria europea; por esto debemos primeramente unirnos entre nosotros, porque nosotros, los europeos, debemos considerarnos como viajeros embarcados en un solo y mismo navío. Yo no puedo callarme porque mi esperanza es endulzar los males de la guerra por mi mensaje, como por una música armoniosa, y si no, yo sería gran culpable ante Dios y ante los hombres. Pero me veo tambien empujado a esta acción por los esfuerzos que se producen en nuestro tiempo, en Europa más que en otras partes, y que llevan en sí la promesa de grandes cosas.

De nuevo, Sudán del Sur

 

           En Sudán del Sur, el Estado más nuevo del mundo, mujeres y niños están siendo sacados de hospitales y escuela y asesinados al borde de las carreteras, mientras la propaganda incitando al odio tribal se difunde por todo el país. Las violaciones de mujeres y las mutilaciones de cualesquiera se suceden por doquier. El presidente y el ex vicepresidente del Gobierno, en una ciega disputa por el poder, son los primers culpables de la guerra abierta entre dos grupos étnicos, que habían convivido en paz durante décadas. Más de un millón de civiles, de un total de 11 millones de habitantes, han huído de sus casas, decenas de miles han muerto, y el país sufre una hambre desoladora. .Una vez más, y a través de la ONG Avaaz, pedimos a Catherine Ashton, jefe de Política Exterior de la Unión Europea, que se impongan sanciones selectivas sustanciales, incluyendo la congelación de activos y la prohibición de dar permisos de viaje a los líderes responsables de las matanzas, del hambre y del destierro. Que la ONU envíe muchos más cascos azules que los 9.000 que ahora patrullan por un país tan vasto como Francia. Que se asegure la asistencia humanitaria inmediata para combatir la hambruna. Y que los instigadores de  tales horrores sean juzgados ante un tribunal internacional.

¿Inteligencias superiores?

 

            El físico nacionalizado norteamericano, Andrei Linde (Moscú,1948), catedrático de la universidad de Stanford,  es, como todo el mundo sabe, uno de los padres de la teoría de la inflación cósmica (la rápida expansión del universo hasta hoy, 13.800 millones después de su creación), confirmada recientemente por haberse detectado las ondas gravitatorias generadas instantes después de la creación de ese universo. En una de sus recientes entrevistas, le preguntan a Linde,  y se pregunta él mismo,  por la existencia de un creador divino: ¿Quieres decir un ser superior? Bueno, puede ser. ¿Fuerzas en el universo? Claro, sí hay fuerzas. ¿Inteligencias superiores? ¿Por qué no? Si te refieres a que no sea un dios, sino algo más… normal. Puede ser. Cuando se dice que el universo fue creado por Dios sólo para que nosotros pudiéramos vivir en él, la primera pega ¿es por qué se preocuparía Dios de un tipo concreto de mono? Está claro que Linde no fue a la catequesis ortodoxa de su ciudad en aquellos años de espeso ateísmo soviético. Y claro también  está que su concepción del hombre no parece digna de la capacidad de su talento. Por otra parte, su pensamiento no parece muy distante del de Einstein, judío nacido alemán y nacionalizado también norteamericano, para quien Dios en quien creía no era un Dios personal, sino una Inteligencia suprema. Pero ¿qué entendería el genio judío por personal? ¿Acaso algo parecido a las personas que somos nosotros?

Ocho apellidos vascos

 

             El clamoroso éxito de esta película dirigida por Martínez Lázaro en toda España, y aun fuera de España, pero sobre todo en Euskadi y Navarra, se debe no sólo a sus buenos actores, a su constante humor, y ni siquiera al alivio de ver terminada a ETA y su terror, y poder vivir un poco más holgadamente. Dudo de que esta pieza, sencilla pero logradísima comedia, con sus pizcas de farsa y algún que otro tinte trágicómico, pueda ser entendida del todo fuera de los recintos político-sociales de los ocho apellidos vascos y de lo que ello sinifica y ha significado durante decenios en el País Vasco y, en menor medida, también en Navarra. Que los autores de ¡Vaya Semanita! (ETB) -buenos conocedores del paño- hayan puesto sus manos en el film es una de las mayores causas del éxito. Porque lo nuevo y eficaz del mismo es la intención terapéutica que han puesto en el invento: la “liberación”, por medio del humor -sempiterno rompedor del dilema optimismo-pesimismo-, del rigor de ciertas creencias, conductas, tradiciones, usos y costumbres, manías, prepotencias, lugares comunes, latiguillos… en torno a los nombres y los apellidos; a la manera de vestir, de comer, de hablar o  de soltar tacos; a la frialdad en el trato entre padres e hijos; al norte y al sur (Recuerdo de aquella película, taquillerísima en Francia y Bélgica, ¡Bienvenidos al Norte! (2008), de Dany Boon); a la ikurriña; a la pelota; a las “manifas”; al independentismo… Posiblemente, sólo un andaluz, un sevillano en el caso, puede obrar este milagrito de aligerar, relativizar, poner en el aire, no más, lo serio e inmutable, lo dado y lo impuesto, sin amenazar, sin atacar, y menos derribar, sin ofender. No me extraña, por otra parte, que algunos hayan hablado y escrito de cierta falta de pudor y de sensibilidad, y hasta de cierta crueldad: pensemos en la alcoba de la viuda del guadia civil y alguna que otra situación similar. Pero creo que la creación artística, por via del humor, juega en otro plano del de la realidad, queriendo no sólo esquivarla, lo que sería imposible, sino superarla. Es otro nivel, y no negativo en cuanto al resultado final. Aparte, naturalmente, el enternecedor enredo amoroso -quizás el primer símbolo de la película- entre una vasca y un extraño (¿maketo?), con sus necesarias puntas de absurdo y que sirve de línea conductora, curvada en ocasiones, de la comedia.- Quien la ha visto no me negará mucho de todo esto. Quien no, que la vea y verá.

¡Gastos!

 

Uno de los mayores errores -si no, el mayor- de los llamados liberales (conservadores, mejor) es considerar la sanidad, los servicios sociales, la educación, la dependencia, y hasta la cultura, como partes homgèneas -¡gastos!- de la economía de mercado, y tratarlos como tales: ¡mercancías!

“No hay quien viva en tanto tráfago…”

 

       No es como acá que está toda la vida llena de engaños y dobleces; cuando pensáis tenéis una voluntad ganada, sigún lo que os muestra, venís a entender que todo es mentira. No hay quien viva en tanto tráfago, en especial si hay algún poco de interese. Bienaventurada el alma que la traí el Señor a entender verdades. ¡Oh, qué estado este para reyes!, ¡cómo les valdría mucho más procurarle, que no gran señorío!; ¡qué rectitud havría en el reino!, ¡qué de males se escusarían y havrían escusado! Aquí no se teme perder la vida y la honra por amor de Dios. ¡Qué gran bien este para quien está más obligado a mirar la honra del Señor que todos los que son menos, pues han de ser los reyes a quien sigan! Por un punto de aumento en la fe y de haver dado luz en algo a los herejes, perdería mil reinos, y con razón. Otro ganar es un reino que no se acaba, que con solo una gota que gusta un alma de esta agua de él, parece asco todo lo lo de acá. Pues cuando fuere estar engolfada en todo, ¿qué será?

(Santa Teresa de Jesús, Vida, 21, 1)