Archivo por meses: noviembre 2007

El rey y el golpista

La única noticia política española que leímos u oímos en los medios informativos locales o accesibles en nuestro recorrido por Indonesia, Malasia y Singapur fue el rifirrafe entre el rey de España, el presidente Zapatero y el ex golpista comandante Chavez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela. La información no daba cuenta de la penosa intervención de otro comandante, el presidente Ortega de Nicaragua, ni de las cordiales bromas anteriores cruzadas entre don Juan Carlos y el presidente venezolano. La noticia nos divirtió y entendimos muy bien la reacción tanto del presidente del Gobierno como del rey. Leo ahora un soberbio artículo de Vargas Llosa, que conoce bien la zona, sobre el figurón de Chaves y su cortejo, donde subraya el miedo que le tienen al espadón venezolano no sólo las gentes, sino hasta presidentes de Repúblicas vecinas, que tienen que callarse como muertos, por causa del petróleo y otras parecidas sinrazones Y termina haciendo buena nuestra actitud de aquel día en que leímos y oímos la primera noticia española: “Es posible que, al reaccionar como lo hizo, el Rey de España transgrediera el protocolo. ¡Pero qué alegría nos deparó a tantos latinoamericanos, a tantos millones de venezolanos! ¿La prueba? Que he escrito este artículo arrullado por los animados compases del flamante pasodoble que ahora entonan y bailan en todas las universidades venezolanas, que se titula ¿Por qué no te callas? y cuya tonadilla y letra llueven sin cesar desde muchas emisoras latinoamericanas”.

Glocalidad

El político malayo Datuk Serij Najib Tun Razak ha introducido en el lenguaje político internacional, en inglés, los neologismos glocal y glocalidad, de las palabras inglesas (procedentes del latín) global y local, reunidas. El nuevo vocablo suma las dos grandes dimensiones civico-políticas de lo universal y de lo concreto y cercano, sin las cuales no hay nada serio, constante y actual.
Tren de vida:  vida siempre desasosegada, veloz o renqueante, afanosa, caminante, viajera.
– Si hay alguien dudoso entre los extremo orientales, para nosotros tan parecidos, casi siempre, y por estadística, es chino.
– A los chinos de Hong-Kong, por ahora, no les ha tocado la china.
– Varios años antes de que unos musulmanes fanáticos destruyeran las “torres gemelas” de Nueva York, otros musulmanes inteligentes construyeron las torres gemelas de Kuala Lumpur -las “petronas”-, más altas y más hemosas.
– Si a alguien se parecen las mujeres con velo, o con el velo como parte del uniforme, de estos países mayoritariamente islámicos, es a nuestras tradicionales monjas católicas, las “monjitas” de los castizos. Durante siglos -en Oriente, antes de nuestra Era- se cubrió la cabeza de la mujer por razones socio-culturales, a las que un día se añadieron supuestas razones religiosas. Se le privó y priva así a la mujer, y sólo a ella, de llevar descubierta la parte más “noble” (al decir de todos) del cuerpo y, sin duda, la más bella.
– A las rayas marinas, recién planchadas, que vemos en el estupendo acuario de Singapur, no se les ve las arrugas.
– ¿Cómo no van a emigrar a miles los indios a Indonesia?
– Si las Iglesias cristianas han ido tecnificando el toque de campanas en iglesias y catedrales, el Islam no sólo ha tecnificado la oración y el canto del almuédano, sino al mismo almuédano, que ha desaparecido de los minaretes.
– El Japón, sobre el mapa, es un caballito de mar.

Hasta pronto, si Dios quiere

El viaje que nuestra asociación Yamaguchi Navarra ha organizado para visitar Malaca y las Islas Molucas, antepenúltimo itinerario de nuestro Francisco de Javier, me obliga a entornar durante unas semanas el cuaderno de bitacora. La coletilla del título no es una fórmula mágica. Es solo una prudente previsión, y tal vez una oración minúscula.