Navarra, otra vez

Otra vez, Navarra en el candelero político. Con las mismas dudas, ambigüedades, sospechas, medias palabras, temores, amenazas, exageraciones y demagogias que hace treinta años. Y todo, en el fondo, por anteponer un interés particular al linterés general, bien conocido, de los navarros y de los españoles. Por anteponer el Partido a la Comunidad, el poder (el podercillo) a la realidad.