Todo poder viene de Dios

Mientras releo el Contrato social, de Rousseau, voy haciendo, como de costumbre, mis apuntes. Éste es el último: “Todo poder viene de Dios”, escribió san Pablo, y lo han repetido millones de veces filósofos, profesores, catequistas, apologetas de varia especie. Sí, todo poder: poderes absolutos y poderes democráticos de toda índole. No está la cuestión ni en el  poder ni en Dios, de donde viene. La cuestión está en “cómo viene“.