Palestina: Estado, al fin

Día feliz para todos los que hemos trabajo, en un sitio y en otro, de una manera u otra, por la causa palestina, sin dejar de ser amigos de Israel. Cuando digo Palestina o Israel, Cataluña o España, no digo una política u otra, no me limito a uno u otro político, sino que abarco toda una geografía y sobre todo toda una historia, y a eso llamo país, nación, estado. Los palestinos han cometido muchos y sonoros errores, que ha dado ocasión, pretexto y a veces razón para su defensa, que suele ser, a la arcaica manera judía, no sólo  de diente por diente, sino de diez dientes por diente, de diez vidas por una. El derecho legítrimo a la legítima defensa de Israel frente al terrorismo (primero, de la OLP, y después, de Hamas) ha hecho que en casi todo el mundo, excepto en los países árabes -y en éstos, casi siempre de boquilla- palestina no haya tenido el apoyo real que suele llevar consigo el apoyo intelectual y moral, y que atrocidades ilegales y condenadas cien veces por la ONU y por los convenios (Ginebra) o tratados internacioales, como la ocupaciòn de territorios, los asentamientos, el levantamientos de muros, la destrucción sistemática de viviendas, la matanza haabitual de civiles, los campos de concentración…, no hayan tenido la sanción que merecen, gracias sobre todo al veto en la ONU de los Estados Unidos de América, el aliado incondicional para lo justo e injusto, y a las armas vendidas por el mismo país a Israel sin ninguna condición. No es todo, ni mucho menos, el reconocimiento  por la Asamblea de la ONU  del rango de Estado observador no miembro, a Palestina. Pero en las circunstancias actuales es mucho. La Unión Europea  no ha votado en contra (la excepción ha sido Chequia) y se ha dividido entre el voto favorable y la abstención. Es otra victoria. Hay desgraciadamente lucha para rato. Mientras USA sea el aliado incondicional que es, Israel no cambiará su empecinamiento. Es posible que la UE pueda influir en algo. Desde el punto de vista de derecho y moral internacional, Palestina es uno de los lugares más injustos del mundo e Israel, un día primera víctima, uno de los los mayores victimarios. Si los polìticos de los nueve países  -algunos de ellos, meros apèndices de USA-, que votaron ayer contra la resolución de la ONU hubieran visitado uno solo de los campos de refugiados palestinos, como un día visitó el siempre recordado Andreotti, el resultado seguramente no hubiera sido el mismo.