“La estepa se volverá vergel”

(Del libro de Isaías 32, 15 – 19; 35, 1 – 7)

Ls estepa se volverá vergel,
al regir en ella la justicia,
y el vergel, regado por la paz,
será una selva segura.
El agua alumbrará el sequedal de los desiertos,
y las tierras abrasadas brillarán con láminas de estanques.

Se rasgarán de luz los ojos invidentes
y de golpe se abrirán los oídos murados.
Saltarán los tullidos más alto que los ciervos
y las lenguas de los mudos gritarán sus salmodias de júbilo.

Nuestras manos más fuertes son que nunca
y firmes más que el mármol nuestros pies.
Porque el viejo vengador de nuestro pueblo,
Dios nuestro Señor, ha venido a salvarnos
de la nada y el negro sinsentido.