Amigos y discípulos junto a la cruz

 

 (Poemas de Sábado Santo: Cuaderno de bitácora, desde 2006)

 

Amigos y discípulos junto a la cruz

(Mc, 15, 29-32; Mt 27, 39-44; Lc 23, 35-43; Jn 19, 25-27)

 

Marcos, Mateo y Lucas reproducen aquí, en términos sarcásticos,
la escena del Sanedrín con los mismos, protervos, autores.
Solo Lucas añade la burla cruel de los soldados,
pero al mismo tiempo contrapone
-evangelista de la compasión-
la compasión de uno de los malhechores,
crucificados a izquierda y derecha del Maestro,
y urde un diálogo improbable entre dos reos agonizantes.

Marcos, Mateo y Lucas nos hablan de tres mujeres,
María Magdalena, la otra María y Salomé,
y de otras muchas mujeres galileas
-a las que Lucas añade: todos sus conocidos-
mirando desde lejos
el tormento de Jesús, 

pues las leyes de entonces prohibían
hacer duelo a las familias de los reos.

Pero el cuarto evangelista,
llamado Juan, que no era el apóstol,
después de muchos años,
busca un hueco en el relato
para añadir su bella teología de la Iglesia naciente.
Y presenta a María, la madre de Jesús junto al discípulo amado,
el único fiel durante toda la pasión
-quizás solamente un símbolo-
para enseñarnos que de allí en adelante
María será la mejor discípula de su propio hijo,
nueva Eva y nueva Sión,
imagen del genuino Israel histórico,
madre desde entonces de la comunidad jesuana:
de la Iglesia que acaba de nacer.