Paleolítico navarro

 

         A fines del Cuaternario Antiguo o Pleistoceno Inferior, hace al menos un millón de años, el Homo habilis, emergido al menos un millón de años antes, comenzó a extenderse desde el África meridional por el resto del mundo.

A la etapa final del Paleolítico Inferior (Cuaternario Medio) pertenecen los utensilios más antiguos encontrados en Navarra, que no parecen superar los 150.000 años. Sus dueños eran gentes de la estirpe del Homo erectus.

Así ese bifaz de cuarcita, hallado cerca de la Venta de Judas (término de Lumbier), y otros bifaces o raederas de sílex, ofita, basalto o cuarcita, encontrados en los yacimientos de Zúñiga, Urbasa (Aranzaduia, Bioiza) u Ordoiz (Estella), muy cerca de los afloramientos de las rocas, de donde arrancaban el material para tallarlo.

Durante los períodos conocidos como Paleolítico Medio (100.000-35.000) y Superior (35.000-8.500 antes de Cristo), los hombres cazadores de uros, bisontes, ciervos, caballos, renos, sarrios, cabras monteses…, que utilizan como campamentos base la entrada y vestíbulo de cuervas o abrigos rocosos, nos dejan el recuerdo de sus pétreas puntas de venablo y lanza,  raederas, raspadores, buriles, láminas de dorso…

Los principales depósitos fueron descubiertos en las cuevas de Zatoya (Abaurrea Alta), Abauntz (Arraitz), Coscobilo (Olazagutía); también en los términos de Etxauri, Olite, sierra de Alaitz y sierra de Urbasa (Mugarduia y Portugain), Y las mejores muestras artísticas en las cuevas de Alkerdi y Berrobería (Urdax-Urdazubi).

En las oscuras oquedades vacías y en los vastos espacios boscosos de lo que hoy se llama Navarra resuenan aún los ecos de la voz creadora y ordenadora, recogida en el Génesis transcendente en los seres mismos: Infundiréís temor y miedo a todos los animales de la tierra y a todas las aves del cielo, y a todo lo que repta por el suelo, y a todos los peces del mar: Quedan a vuestra disposición.