El arzobispo de Tarragona y la independencia

 

 

   No sé por qué pongo este título. Porque el arzobispo, Jaume Pujol, antiguo catedrático de Teología en la universidad de Navarra, en la entrevista que le hacen en VN, no cita ¡-ni le citan!- para nada la independencia, como si fuera algo desconocido, algo nunca oído, algo de alguna lejana galaxia. El título de tal entrevista en el semanario católico lo dice todo: “A Rajoy y Puigdemont les diría: no es hora de pasividad ni de engaños”. Por lo visto, monseñor Pujol sabe que existen y cómo se lllaman los dos presidentes, pero ahí acaba la cosa. No sabe de qué va. Y, por si acaso, se pone de lado, como tantas veces en la Iglesia. En equidistancia pura. Así se queda siempre bien y siempre mal. No les extrañe, pues, que cuando le toque a la Iglesia jugarse el tipo, tanta gente haga lo mismo: ponerse de lado. Cuando le preguntan por la jornada del 1-0, lo único que recuerda el prelado son “las escenas de violencia!”, que le hacen escribir dos mensajes por Twiter, pidiendo “una salida pacifica y democrática”, y que “se detengan la violencia y los enfrentamientos y encontrar una salida”. Pero del referéndum ilegal, tramposo y hasta grotesco, nada. Nada de las vergonzosas sesiones del Parlamento catalán y de las leyes ilegales votadas en él. Y de la injusta causa de la independencia, que era el fin del referéndum, todavía menos. Luego, la habitual apología de la Iglesia universal  y de la Iglesia de los obispos catalanes, siempre fieles al Concilio, pasando por alto la pregunta sobre el voto del obispo de Solsona, por el que se le pregunta cándidamente. Cuando el redactor, Rubén Cruz, condescendiente y nada crítico, le concede que la imagen internacional de España ha quedado denostada (sic) tras el 1-0, el arzobispo le contesta, melífluo, que pide a Dios que puedan “volver a dialogar las dos partes enfrentadas, que puedan retrotraerse al punto donde se produjo la ruptura…”. Averígüelo Vargas. Qué cómodo.  Y cuando se le vuelve a preguntar qué les diría a los dos presidentes, responde con las palabras arriba citadas: …”hasta encontrar una salida satisfactoria al conflicto”. El conflicto otra vez:  el conflicto de las pastorales de los obipos vascos de tiempos de ETA. El conflicto de Setién. ¡Para acabar con las sólitas oraciones a Dios y la bendición de Dios sobre Cataluña! – Lo que me interesa hoy y me interesará en días sucesivos es analizar el grado de cercanía, solIdaridad y afecto de los cristianos catalanes relevantes, que han escrito en VN, hacia los cristianos españoles, de los que los quieren separar. He comenzado por el arzobispo tarraconense. Pero ya se ve que no me sirve de nada: desconoce hasta que los dirigentes de su Comunidad hace años que no piensan más que en promover y preparar la independencia de la Comunidad Autónoma de Cataluña de lo que llaman “Estado español”, España. Y el presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, sucesor de mi querido y admirado Francisco Vidal y Barraquer,.., sin enterarse.