Catecismo en euskara

 

        La publicación, tras el Concilio de Trento, del Catechismus Romanus, del papa Pío V, en 1566, fue la orden de partido para la edición de otros muchos catecismos en toda la Cristiandad.

Cinco años antes, Sancho de Elso publicaba, al parecer, en Estella el primer catecismo en vascuence, del que no se conserva ejemplar alguno.

A todos se adelantó el rector de San Miguel, de Ultrapuertos, Bernadrd Dechepare o Echepare, con su primicial libro, impreso en Burdeos, en 1545. Linguae Vasconum Primitiae. Su primer capítulo o apartado se titula Doctrina Christiana, y en su conjunto, en verso, de consejos piadosos y devocionales, de plegarias, consideraciones morales y una larga reflexión sobre el juicio final.

En 1571, por mandato de la reina Juana de Albret, aparece, junto a a la traducción en lengua vasca del Nuevo Testamento, el Abc edo Christianoen Instructionea, del calvinista labortano Joannes de Leizarraga y su equipo.

El primer catecismo del siglo XVII escrito por Juan de Beriayn, abad de Uterga, fue impreso en Pamplona en 1620, Doctrina christiana escrita en romance y vascuence, lenguajes de este obispado.

Mucho más éxito que cualquier otro alcanzó hasta nuestros días el clebérrimo Catecismo del P. jesuita vasco, Gaspar Astete (1537-1601). Traducido por ilustres euskerólogos a todos los dialectos del euskara, se distribuyeron también muchas traducciones manuscritas -en aezcoano, roncalés, salacenco, etc. -, que estudió y recopiló el príncipe Luciano Bonaparte:

                                           Munduian den gizon orok behar luke pensatu
                                           Jaungoikoak nola duien batbedera formatu.

                                          (Todos los hombres  en el mundo deberían pensar
cómo formó Dios a cada uno de ellos)