Entre el río Esca y el río Salazar, en el espacio subacuménico y acuménico que se extiende al sur de la sierra Lacuaga, todo son colinas y alineaciones, cimas redondeadas y vertientes homogéneas.

Vistas desde arriba, son grandes reptadores verdosos, con pintas ocres y grises, en lentísima ascensión-descensión permanentes.

Bajo los pinabetes los geoólogos ven, como en todo el área de los Valles Pirenaicos, rocas de origen marino, argilitas y areniscas líticas  (turbiditas = flyssch) y bandas calizas brechoides, que hacen de columnas vertebrales y vertebrantes.

Lecho de mar. Techo de cielo.