La mayoría de las familias de lo asesinados por ETA en Pamplona no se van a entender con el Ayuntamiento de Bildu (el partido hererdero de ETA-BAtasuna) a la hora de colocar una placa de recuerdo, exigida por el Parlamento de Navarra y por el mismo Ayuntamiento. Primero, porque es bastante fuerte que los amigos de los verdugos pongan las placas, forzados por las circunstancias de poder. Y segundo, porque, aunque pasaran por esa horca caudina, no se pondrían de acuerdo con la leyenda de la placa. Unos querrían poner banda terrorista ETA, y no sólo las siglas desnudas. Otros no se contentarían con poner víctima de ETA, como si fuera víctima del tráfico, y quisieran poner al menos: asesinado por ETA, que parece lo minimo que se puede poner para que se entienda algo de algo. Y todo esto, mientras Bildu sigue pensando que ETA fue una necesidad histórica dentro de la necesidad histórica del terrorismo nacionalista-independentista vasco de liberación nacional.