V Centenario de la Reforma

 

 

           Con todo esplendor, eclesial y civil, se cerró en Alemania el V Centenario de la Reforma Luterana. La clausura ha sido acompañada de una muy importante Declaración conjunta de la Federación Luterana Mundial y del Pontificio Consejo para la promoción de la Unidad de los cristianos. He dedicado al acontecimiento muchas nuevas lecturas, que tienen poco que ver con las lecturas que hace cuarenta o cincuenta años teníamos a nuestra disposición en los centros de estudios católicos. Y en los luteranos. Recuerda la Declaración el encuentro de ambas confesiones con motivo de la visita, el año pasado, del papa Francisco a Lund (Suecia), y destaca el hecho de que por primera vez luteranos y católicos hayan considerado la Reforma desde una perspectiva ecuménica, lo que da lugar a un nuevo enfoque de los acontecimientos del siglo XVI, que llevaron a nuestra separación.  Conscientes todos de que, si el pasado no se puede cambiar, sí puede cambiarse su influencia sobre nosotros hoy en día, para que sea un estímulo al crecimiento de la comunión y un signo de esperanza, a fin de que el mundo supere la división y la fragmentación. Tampoco ignoran lo que falta todavía para una comunión plena. Y siendo más lo que nos une que lo que nos separa, pretenden discernir con la ayuda de Dios, a través de la oracion, la comprensión común de puntos todavía actualmente conflictivos, como la Iglesia, la Eucaristía y el Ministerio, buscando un consenso sustancial que, como en otros puntos, hasta hace poco insuperables, puedan ser también felizmente superados.