TABARNIA

 

           Tabarnia; Una buena idea. Un pictograma o pictovisual exitoso. Una lección pedagógica de cómo el falso derecho a la autodeterminación, enmascarado en el derecho  natural a decidir, puede acabar con un Estado, una Reigón, una Comunidad, un ayuntamiento y hasta con un concejo. Ese falso derecho es una mina a los pies de cualquier institución. Un explosivo de bolsillo. Un posible butrón en cada lienzo. Una plaga en cada sociedad. Por eso no lo reconoce el derecho internacional. Lo más actual y grave de Tabarnia es que existen varias, y no tan pacíficas y serenas, en el mundo, especialmente en la antigua URSS y en la Antigua Yugoslavia: Moldavia, Chechenia, Crimea, Bosnia, Kosovo… Tabarnias llenas de sangre, de odio, de ferocidad. Y hay mil Tabarnias potenciales, que podrían llegar a existir, a resistir y a dejar de existir. Todo principio no democrático que se imponga como superdemocrático produce Tabarnias sin cuento, que a veces pueden ser un alivio, un refugio y un oasis, pero que pueden producir a la vez, por reacción y venganza, otras tantas antinomias, otros tantos anticuerpos, otras tantas antipatrias. Aqui, entre nosotros, gente más cordial que cuerda se puso a imitar malamente la Tabarnia Catalana y dibujó un mapa tabarniesco navarro que abarcaba sólo la Ribera Baja, lo que era como dejar el resto del campo libre a los patriotas independentistas. Qué regalazo. Menos mal que, al parecer, no han vuelto a esa desquiciadda y malhadada reproducción. Si alguien la ve, que la denuncie a su manera.