Quinto domingo de Cuaresma

 

         Al final del “Libro de los signos” de Jesús. que el evangelista Juan redacta desde un punto de vista de teología cristiana, unos griegos -no judíos, sino aheridos al monoteísmo de Israel- quieren ver al Maestro. El evangesista teólogo pone entonces en boca de Jesús una serie de proverbios y de sentencias sobre su seguimiento, sobre su próxima muerte -el grano que muere y fructifica, el que quiere ganar la vida y la pierde, el que la pierde y la gana…-, y sobre el enfrentamiento supremo entre el Príncipe de la mentira, del mal y de la muerte y el Enviado de Dios que vino para traernos la verdad, la luz y la vida, conceptos fundamentles, que lo dicen todo en el cuarto evangelio. Estamos cerca de la Pasión de Jesús el Cristo, que para Juan es el momento (la hora) de su victoria, de su elevación en la cruz y en la gloria del Padre.