Punto final

 

       Tras la nueva farsa tramposa de la declaración de independencia, ayer en el Parlamento catalán, y a la espera de la respuesta, que ya tarda demasiado, del Gobierno de la Nación y del Estado, termino esta serie de glosas continuas sobre la inmensa injusticia del independentismo catalán. Frente a quienes hoy mismo, más pesimistas que Ortega, el de la conllevancia, nos previenen de un infinito procés, apuesto por un infinito proceso de interlocución y esclarecimento de todo lo que nos une y nos separa, que apenas ha existido, y que los partidos políticos y medios informativos apenas han hecho nada por promover. En Diario de Navarra de hoy, bajo la rúbrica Ante la sedición catalana, me explayo sobre varios momentos de lo ocurrido. Y pido, por ahora, elecciones autonómicas en Cataluña, y elecciones generales en España. Ara també volem votar, tots junts.