La muerte de dos genios

 

       A los 92 años ha muerto en París el célebre y fecundo novelista jean d´Ormesson, autor de obras como Dieu, sa vie, son oeuvre (1981) o Histoire du juif errant (1991); ex director de Le Figaro y decano de la Academia. En los Inválidos se le ha rendido el homenaje nacional. Ha muerto tras haber acabado su último libro en vida.Su hija Heloísa nos ha trasmitido su última página escrita antes de morir: Una hermosura para siempre. Todo pasa. Todo termina. Todo desaparece. Y yo, que me imaginaba deber vivir siempre, ¿qué vengo a ser? Eso no es imposible. Pero que yo haya pasado  por el mundo en que vosotros habéis vivido es una hermosura y una verdad  para siempre. Y la muerte misma no puede nada contra mí [Et la mort même ne peut rien contre moi].

Pocos días después, con un acto civil presidido por el presidene de la República en la escalinata de la iglesia de la Madeleine, de París, con cerca de un millón de asistentes en la calle, y con un rito religioso dentro de la misma iglesia, despedía Francia a uno de sus ídolos, estrella mundial del rock, compositor, cantautor y actor, Johnny Halliday, muerto tras penosa enfermedad a los 74 años, Su mujer Leticia nos cuenta que, cuando cayó al suelo desde su despacho convertido en celda de hospital, levantó sus ojos al cielo y se fue. Monseñor Benoist de Sinety, que presidió la bendición funeraria, terminó así sus palabas, que evocaron a los asistentes una de las muchas letras del cantante: El Padre le espera, con los brazos abiertos, para decirle, como a cada uno de nosostros: que je t´áime, que je t´áime, que je t´aime.