Justita Justicia

 

         Era de prever que el desaguisado del nombramiento publicado de los jueces del CGPD por los partidos políticos, de los que hablé el otro día, trajera, en las actuales circunstancias, graves consecuencias. Ahí están. En el último momento, pero demasiado tarde, el juez Marchena ha salvado su honor. La prensa afín al Gobierno y el Gobierno han cargado sólo contra el portavoz del PP en el Senado, pero el mal estaba hecho antes. La ruptura del pacto por el PP es también demasiado tardía y toda una pataleta infantil, además. Todo ha quedado roto y ridículo. En vísperas del juicio al independentismo catalán por esos mismos jueces: un INRI. Ahora sólo falta para poner un poco de orden en el desorden, que dimita la impresentable ministra de Justicia, máxima responsable, por su autoridad, en ese desgraciado pacto. y ya desacreditada por sus actuaciones anteriores. Y que dimita el impresentable Cossidó de su portavocía del Senado y del propio Senado.