Ven, Espíritu
Santo,
y no te vayas
de nuestro ámbito,
a pesar de nuestra indiferencia
y nuestros malos tratos.
Ven, Espíritu
Santo,
y
acércanos
tu aliento de energía
y tu fuego sagrado,
que nuestra vida se pierde
en proyectos y propósitos
vanos.
Ven, Espíritu
Santo,
y no te vayas
de nuestro ámbito.
Que en Tí somos
y estamos,
y vivimos,
y duramos.
Ven, Espíritu
Santo.