El héroe Beltrame: masón y católico.

 

      El gendarme teniente coronel Arnaud Beltrame, muerto en acto de servicio, recibió el más alto elogio del presidente de la República, Emmanuel Macron, en el homenaje nacional que se le rindió: Aceptar la muerte para que inocentes puedan vivir este es el corazónde compromiso del soldado. Estar preparado para dar su vida, porque nada es más importante que la vida de un ciudadano, este era el mecanismo íntimo de la trascendencia que lo animaba. Beltrame ya había demostrado su valor en Irak, en un lance similar. El 23 de marzo último, en el supermercado de la pequeña ciudad de Trebes, al sur de Francia, este gendarme de 44 años decidió ofrecerse para ocupar el lugar de la última persona retenida por el asaltante yihadista. En el intento de desarmar al terrorista, resultó gravemente herido y murió pocos después en el hospital de Carcassone. A los 30 años, tras una peregirnación a Lourdes, hijo de una familia no practicante, Arnaud inició su itinerario hacia la fe católica, que llegó a vivir resuelta y ardientemente. Casado por lo civil  con una joven católica, estaba preparándose para su matrimonio por la Iglesia para el próximo mes de junio. Curioso es que Beltrame siguiera perteneciendo a la masonería, y que el Gran Maestre de su logia considerara en una declaración pública la fe viva del hermano como un complemento de su compromiso masónico. Curioso también que quien le ayudara a prepararse para su matrimonio católico y le asistiera en sus últimos momentos fuera uno de los Canónicos Regulares de la Madre de Dios, una comunidad tradicionalista fundada en 1969. A éste último  debemos un testimonio precioso del gesto de Beltrame: Me parece que solo su fe puede explicar la locura de este sacrificio que suscita hoy la admiración de todos. Testimonio que puede complementarse con el de su esposa: Es el gesto de un gendarme y el gesto de un cristiano.