Miles de niños, jóvenes y adultos navarros van y vienen, los domingos y también otros días de la semana, por los caminos de los campos y por las sendas y trochas de las montañas. En todas las estaciones del año. También en estos últimos días de este largo otoño veraniego. Montañeros, senderistas, excursionistas, andarines…, en grandes o pequeños grupos, en parejas, o solos.
Ahí van, ellas y ellos, alacres, expansivos, briosos. Mochilas al hombro; bastones en las manos; botas, calcetines, pantalones, forros polares, camisas, camisetas térmicas…, todo deportivo, de cien clases y colores.
Van entre praderas o montes bajos: ligeramente cansíos. Entre hayedos o fresnedas: como los fresnos, lozanamente verdes; como las hayas, seguramente airosos. O entre pinos autóctonos o trasplantados: severamente raudos.
O ubi campi!