Cargos internacionales españoles

 

         La tesis tradicional democrática española era apoyar a todos los españoles constituionalistas que tuvieran alguna probabilidad de conseguir algún cargo institucional, dentro o fuera de la Unión Europea, José María Areilza, Marcelino Oreja o Abel Matutes fueron los primeros. Después, vinieron Enrique Barón, José María Gil Robles, Josep Borrell y otros más de menor relieve. Y ahora nos viene Pedro Sánchez a boicotear la posible, no sé si probable, vicepresidencia del Banco Central Europeo (BEC) de un ministro español del PP, Luis de Guindos, donde no había sacado la cabeza hasta ahora ningún compatriota. Y propone para el puesto una mujer técnica, sin precisar más. Puede parecer un chantaje seudoprogresista, pero no llega a eso, por falta de capacidad. ¿A quien puede seducir el secretario general del PSOE en toda Europa? Aqui el patriotismo compartido, que fue entre nosotros una norma no escrita, y sigue siendo en Europa una costumbre elemental, es suplantado por la desfachatez de una ocurrencia de querer imponer un nombramiento muy importante, y no de segunda categoría, sin ganar las tres últimas elecciones, y aun sin cumplir la noble tarea de representar (que no dirigir) la leal oposición constitucional.